(Texto aparecido en el libro Lift off: un homenaje a David Bowie, editado por la revista La galla ciencia).
Lift off: un homenaje a David Bowie (La galla ciencia, 2016) |
-Perdona
si te he molestado, es que por un momento comprendí que estamos todos muertos.
Pablo Cerezal
bien,
mi pequeño picaflor galáctico, supongo que ya puedes oírme. seguro que reconoces
mi voz. tú sólo escúchame, no intentes decir nada. aún no. y no te asustes si
te notas algo extraño: ahora sólo eres alma. es mejor que lo asumas cuanto
antes. tantos años remodelando la fachada para acabar así, tiene gracia, ¿no? sé
cómo te sientes, esto suele pillarle a uno con el pie cambiado y siempre ocurre
demasiado pronto, pese a que algunos, cuando se refieren a tipos como nosotros,
sostengan lo contrario. no puedo engañarte, te confieso que me alegré cuando supe
que ibas a recalar en este satélite. decidí entonces ser el primero en
recibirte. no me costó dar contigo: las almas gemelas aquí nos reconocemos por
sensaciones, nos sentimos, no sabría
explicártelo mejor. seguro que tú lo captas, siempre tuviste una gran capacidad
de asimilación, hasta supiste comprenderme a mí cuando nadie lo hacía. te pido disculpas
si no fui demasiado efusivo al agradecerte el espaldarazo. nunca es tarde. ya me
conoces, no suelo sonreír gratuitamente a la cámara y tensando ambientes soy el
número uno. lo que importa es que seguimos en la brecha. somos afortunados, estamos
más preparados que la media para afrontar este tipo de eventualidades. alguna
ventaja tenía que tener ser rarezas. le echamos arrestos, vaya que sí: la noche
estaba llena de puertas y nosotros las quisimos cruzar todas sin miedo a lo que
nos pudiéramos encontrar al otro lado. se nos puede tachar de todo menos de
cobardes. me quedé corto en el improperio, todas aquellas almas en pena ni siquiera
alcanzaron a arañar una sola de nuestras semanas. nos tildaban de nihilistas y
de autodestructivos cuando consumíamos vida con voracidad vampírica, nos regalábamos
interminables baños de vorágine y desinhibición, alegremente nos atiborramos de
venenos ofertados por cualquiera, exploramos nuevas formas de amor hasta la
náusea, no nos cortábamos ni un pelo y encima lo vimos venir, estábamos más despiertos
de lo que suponíamos: cuando llegamos al borde del
precipicio volvimos a agarrar el volante y nuevo viraje al canto. lo nuestro ha
sido siempre una sucesión de comienzos, la revitalización formaba parte del
proceso. lo esencial no había cambiado: entre sentimiento y emoción, la
emoción, siempre la emoción, ¿recuerdas? sin ningún titubeo ni sombra de dudas,
se pasa de página, se acaba un libro y se abre otro, encuentras otros estímulos,
todo sigue descolocado y en su sitio a la vez, todo encaja, como siempre, la sensación
no cambia, uno se mimetiza, se reinventa, es de idiotas aferrarse a una sola
personalidad cuando te puedes apoderar de otras tantas, es algo a lo que aún
hoy le sigo dando vueltas. ¡pobres necios! si hubieran reparado en toda la magia
que tenían ante sus narices, si hubieran sabido ver lo cerca que tenían la
salida se habrían salvado. lo sentí por muchos. no sé tú, pero yo no solté
nunca prenda al respecto, un pacto es un pacto. disculpa si te estoy calentando
demasiado la cabeza. sé que éste es un momento duro para ti, aunque eres
afortunado, siempre lo has sido, has corrido mejor suerte que yo, a mí nadie
vino a recibirme, sucumbí a un acceso melancólico que presumí eterno, extrañé la
isla, el olor fuerte del río al alba, los chismes, los viajes, mis mismos
andares, y para colmo sentí verdadera compasión por los que se quedaron allá. estaba
muy solo e intenté sin éxito dar con alguno de mis maestros, dos en particular,
sabes de quiénes hablo. supongo que sus almas deben pulular por un satélite
superior, mala suerte, igual es que aún no he pasado de fase, o quizá es que llega
un momento en que esto se acaba definitivamente. debes saber desde ya que aquí
se despejan pocas incógnitas, lo que no deja de ser una buena noticia. tú y yo nos
derrumbaríamos sin alicientes. bueno, te estoy atosigando, lo sé. hay cosas que
deberás ir descubriendo por ti mismo. ahora lo mejor es que te deje solo. tú
relájate, insisto, pronto te adaptarás al nuevo ámbito y sabrás darle la vuelta
a unas circunstancias que no acabarán de convencerte, es lo natural en ti, lo
llevas dentro. te dejo. ha sido un placer darte la bienvenida a éste tu
satélite. ya nos sentimos, hermano, mi igual, mi pequeño picaflor galáctico. feliz
viraje.
***
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